Existe una diversidad de razones por las cuales la gente se dedica a emprender. Entre las más comunes:
- Independencia y flexibilidad de horario
- Necesidad o deseo de generar (más) ingresos
- Pasión, ganas de crear o construir algo
- El querer dejar un legado para la comunidad o futuras generaciones
- Desarrollar y explotar alguna habilidad o talento a su máximo potencial
En América Latina, se puede argumentar el caso de que una de las principales puede ser la necesidad. La necesidad que surge a punta de nuestro instinto más básico, el de supervivencia. Este instinto que nos da la motivación de generar el ingreso necesario para cubrir nuestras necesidades básicas: alimentación, vestimenta y vivienda. Aunque a estas personas no generalmente las identificamos como emprendedores, sino más bien por el termino mediático “integrantes de la economía informal”. Pero la realidad es que también son emprendedores… tal vez menos organizados, pero igual de admirables. Pueden ser el grupo más grande, pero no el único. Existe un grupo más exclusivo de emprendedores de negocio latino, pero con igual o mejores oportunidades, se trata de aquellas personas que están empleadas y trabajan a tiempo completo (8 o más horas al día), y aun así logran encontrar la disciplina para desarrollar un negocio en paralelo.
La principal ventaja competitiva de este grupo, es que si bien algunos puede que estén emprendiendo por necesidad, la mayoría lo estarán haciendo por otras razones, puesto que su ingreso fijo probablemente les genere el flujo de caja necesario para cubrir con todas (o por lo menos las principales) de sus necesidades básicas, aliviando enormemente el estrés que se vive mientras se establece un negocio y se alcanza el tan anhelado punto de equilibrio en la rentabilidad, el cual puede durar desde un par de meses hasta un par de años dependiendo del negocio. Este ingreso fijo le brinda al emprendedor la opción de optar por las decisiones que mayor impacto va a tener sobre su negocio a largo plazo. A pesar de estos beneficios la gran mayoría de las personas empleadas temen emprender, y esto no es por falta de ganas, ni educación ni talento, ni oportunidad, ni dinero. A través de mi experiencia he podido observar que los principales motivos que la gente no se atreve a emprender son:
- Falta de confianza en sigo mismo.
- Una falsa percepción de falta de recursos necesarios.
- Y por encima de todo, falta de motivación.
Por lo cual a continuación comparto 7 pasos para balancear ambas y maximizar sus probabilidades de éxito en su negocio latino:
Paso 1: Comprométete! Es necesario te comprometas al 100% ya que para balancear entre trabajo y emprendimiento va ser necesario sacrificar tiempo en otras áreas y actividades de tu vida, como tu vida familiar y social, tiempo de ocio, horas de descanso, deportes y otras actividades físicas. Sin embargo, es más importante que nunca que hagas de tu salud una prioridad… no dejes de ejercitarte y comer sano para que tengas la energía necesaria para este nuevo ritmo de vida.
Paso 2: Enfócate en tus habilidades y talentos. Entre más explotes tus experticias y conocimientos ya adquiridos menos tendrás que preocuparte de pasar tiempo entrenándote y capacitándote en un área en la cual tienes poco o nada de experiencia. Si aún no estás seguro de cuáles son tus intereses y pasiones puedes intentar consultarle a tus familiares y compañeros más cercanos, sus respuestas te sorprenderán y después de escuchar a 5 o más incluso comenzaras a ver un patrón entre las respuestas. Si no quieres hacer este ejercicio, te puedo recomendar algunos de los varios exámenes de aptitudes disponibles en los diferentes centros psicológicos y hasta gratis por internet.
Paso 3: Valida tu idea de negocios. Probablemente estas familiarizado con la estadística que nueve de diez emprendimientos fracasan antes del tercer año, y es una que nos aterra. Pero que tan a menudo no ves un negocio nuevo abrir (y en un periodo de tiempo corto, cerrar) y piensas a quien y porque se le ocurrió esa idea tan mala o sin sentido? Estoy seguro en su mente esa persona pensó era una excelente idea, pero fallo en validarla. En el primer punto de nuestra guía de negocios hago hincapié y elaboro sobre este paso tan importante: 0. DEFINIR Y VALIDAR UNA IDEA DE NEGOCIOS.
Paso 4: Define tu ventaja competitiva. Ya mencionamos que con el simple hecho de mantener otro ingreso fijo que pague las cuentas podrás enfocarte en las metas a largo plazo tendrás una ventaja sobre aquel que necesita resultados inmediatos. Pero esta no puede ser tu única ventaja. Es necesario definir que puedes hacer TU mejor que nadie o diferente al resto de la competencia. Que es lo que hace tu negocio único en comparación con el resto.
Paso 5: Establece un plan detallado con metas realistas. Una cosa es tener sueños y expectativas, y otra completamente distinta es tener un mapa de navegación donde establezcas como vas a llegar del punto A, al punto B y al punto C y en qué tiempo lo vas a lograr. Es vital este plan quede plasmado por escrito, y se apegue dentro de lo posible a la realidad.
Paso 6: Déjate ayudar y delega. Este es el momento de definir qué es lo que vamos hacer como individuo (en base a nuestras habilidades y talentos) y cuáles son las responsabilidades que vamos a delegar en otros. No intentes hacer todo tu solo porque esto anudado a tu trabajo de tiempo completo resultara en una tarea abrumante con el riesgo de fracasar en ambas. Aunque sea por un tema de recursos, te sorprenderá la cantidad de gente que al mostrarles tu progreso hasta este punto se dispondrán a ayudarte.
Paso 7: No mezcles una cosa con la otra. Al principio puede resultar tentador trabajar y adelantar en nuestro emprendimiento desde la oficina. Pero la realidad es que esto no es ni ético ni productivo. Hablando del tema ético, ten principal cuidado con cualquier cláusula de confidencialidad o no-competitividad en tu contrato laboral, aunque en la mayoría de los casos esto no debería ser un obstáculo no está de más revisar. Dependiendo de su cargo especifico, responsabilidad y la política de su empresa, tal vez sea conveniente o en algunos casos necesario, notificar a su jefe o al departamento de recursos humanos.
Como mencionamos en la introducción, balancear entre trabajo y emprendimiento es una tarea difícil, la cual requiere de mucha disciplina y sacrificio. Se trata de una carrera de resistencia y no velocidad. No desesperes ni te apresures a renunciar a tu trabajo a tiempo completo antes de ser autosuficiente. Sigue tu plan paso a paso, mantén un ritmo firme y estarás en camino a ser tu propio jefe!